El juego de venganza entre Danny y Vlad comienza con bromas infantiles y, por desgracia para Danny, termina cuando Vlad decide postularse como alcalde de Amity Park. Al eclipsar a los votantes, Vlad gana por mayoría. El nuevo alcalde está ansioso por utilizar su nuevo poder para hacer la vida lo más miserable posible a Danny y sus amigos. Cierra la Hamburguesa Apestosa, prohíbe la tecnología, crea nuevos uniformes escolares y aprueba tantas leyes nuevas en nombre de la “protección de los niños” que a Danny le resulta imposible ser fantasma.